Para asistir a tan importante noche del calendario monegasco, la princesa Carolina escogió un vestido creado por el señor Lagerfeld, que no dejó indiferente a nadie. Claramente inspirado en un vestido lucido por Emilie Flöge, quien fue compañera del pintor Gustav Klimt, y diseñadora en la Viena de principios del siglo XX. En una foto de la época puede verse a la creadora vienesa luciendo un modelo de gran parecido, que pudo ser creado por Eduard Josef Wimmer-Wisgrill.
El vestido muestra, en su parte superior, un motivo geométrico con pequeños triángulos blancos y negros, rematada por una banda de raso rosa, con falda blanca de motivos negros y chispas de oro, rematada con volantes al igual que las mangas.
El cuello de cisne, en color negro, aparece decorado con un cuadrado de oro adornado con piedras de colores. La princesa supo complementar su vestido con joyas de su colección personal, inspirándose en el look de Emilie Flöge.
Emilie Flöge luciendo un vestido similar en 1909.
La princesa estuvo acompañada también por sus hijos Charlotte, Pierre y su nuera Beatrice Borromeo, siendo estos últimos los asistentes que acapararon más atención tras haberse convertido en padres del pequeño Stefano, hace tan solo dos semanas.
Charlotte Casiraghi lució un precioso vestido de Chanel perteneciente a su madre que le sentaba a la perfección. Complementado con su melena en ondas y su pendiente de brillantes, supo lucir con aspecto elegante y juvenil.
Pierre y Beatrice fueron otros de los protagonistas de la noche tras convertirse recientemente en padres de un niño al que han impuesto el nombre de Stefano, en memoria de su abuelo paterno.
Beatrice lució maravillosa con se vestido azul marino adornado de pedrería, su estola de piel y preciosas joyas.
Las rosas son siempre las protagonistas en la decoración del Baile que se titula con su nombre, y que seguirán adornando año tras año esta especial noche primaveral.
FOTOS: Paris Match - Hola - Palais Princier, Fashion Spot.