Aunque Charlotte Casiraghi o Charlotte de Mónaco sea una de las jóvenes más famosas por sus apariciones en la prensa de todo el mundo, por ser hija de la princesa Carolina y sobrina del príncipe reinante en Mónaco, lo cierto es que, al mismo tiempo, podría considerarse una gran desconocida. Porque, ¿hasta qué punto conocemos realmente a los personajes que aparecen en la prensa? ¿Sabemos cuáles son sus intereses o inquietudes?
Charlotte es considerada una de las jóvenes It Girls del momento, término que engloba a jóvenes de diversos ámbitos profesionales, de buena posición económica, creadoras de tendencias en todo a lo que la moda y la imagen personal se refiere.
Pero Charlotte es mucho más que una cara bonita, hija y nieta de otros dos grandes iconos de estilo.
Licenciada en Filosofía por la Universidad de París, su gran pasión es la lectura. Así lo reconocía ella misma en una entrevista publicada por Vogue Paris en septiembre del año 2011:
"Siempre he leído mucho. He debido heredarlo de mi madre. A veces leo cinco libros a la vez. Me gustan especialmente los clásicos, "Rojo y Negro" de Stendhal, "La Educación Sentimental" de Flaubert, "El lirio en el valle" de Balzac, todas las obras de Emily Dickinson, y también Leopardi, Fitzgerald, Carson McCullers, Tabuchi, Joan Didion, Houellebecq...Sin olvidar la poesía, "Cartas de un joven poeta" de Rilke, "La canción del mal amado" de Apollinaire." En el momento de la entrevista, saca de su bolso dos ejemplares: "La Amistad" de Cicerón y "De la brevedad de la vida" de Séneca. "Este ensayo de Séneca es fantástico, vuelvo a él una y otra a vez. He estudiado el griego clásico y el latín. Los estoicos forman parte de mis autores favoritos."
Este inquietud y amor por la Filosofía, han llevado a Charlotte a promover y presidir los "Encuentros filosóficos de Mónaco", con el objetivo de despertar el interés por la reflexión filosófica e invitando para ello al principado a importantes personalidades de la materia. En esta su primera edición, el tema de debate escogido ha sido el amor.
Uno de los participantes ha sido el filósofo francés André Comte-Sponville, que ha protagonizado una conversación con la propia Charlotte para la revista especializada Philosophie Magazine.
Charlotte Casiraghi y André Comte-Sponville
Foto: Jérôme Bonnet / Philomag.com
En una entrevista ofrecida al semanario francés Paris Match, el filósofo confiesa haberse sentido sorprendido sólo a medias por esta propuesta de conversación con la hija de la princesa Carolina, puesto que, tal como declara, "Robert Maggiori, crítico de Filosofía del periódico Liberation, a quien conozco muy bien, me había confesado que ella había sido su mejor alumna en cuarenta años de carrera como profesor."
En dicha conversación, Charlotte habla de su propia sensibilidad y de la soledad que sintió muy pronto, lo cual la empujó hacia la introspección. ¿Cree entonces el filósofo que su materia puede servir como una terapia?. A esta pregunta, André Comte responde: "La filosofía no cura. No es una psicoterapia. Pero es una gran ayuda para ir a lo esencia y deshacerse de cosas secundarias. Por tanto, ayuda a crecer de una manera más lúcida, más inteligente y más libre. En mi caso, está claro que yo era un ser poco dotado para la vida, esto fue lo que hizo nacer en mí la necesidad de la filosofía. En el caso de Charlotte, ella forma parte de una familia en la que la imagen cuenta mucho. Esto hizo nacer en ella un deseo de tomar cierta distancia."
En su conversación sobre el amor y la relación amorosa, André Comte ha destacado tres aspectos: Eros, amor-pasión analizado por Platón; lo que los griegos llamaba Philia o "amor-alegría" según Aristóteles, y Agape, el amor del cercano, la caridad, más bien reservado a los Santos. Por otro lado, Charlotte ha ofrecido su opinión al respecto: "Creo que la clave para tener una relación amorosa duradera consiste en que ambos tengan una pasión conjunta por la verdad y por la vida."
El filósofo francés opina que, tras una hora de conversación con Charlotte, la joven es muy simpática y muy inteligente, tal como me lo había confesado Robert Maggiori.
FUENTES:
Vogue Paris Septiembre 2011
Paris Match.com
