La localidad alemana de Oettingen ha sido el lugar donde se han dado cita cientos de invitados para acudir a la última boda de la nobleza, protagonizada por el príncipe Franz Albrecht, perteneciente a la Casa de Oettingen-Spielberg, y la baronesa Cleopatra Van Adelsheim.
La boda, oficiada bajo el rito católico, tuvo lugar en la iglesia de St. Jakob. La novia contó entre sus damas de honor con la presencia de su gran amiga Beatrice Borromeo, que formó pareja con uno de los íntimos amigos del novio, Alexander von Fugger-Babenhusen.
La novia lució un bonito vestido nupcial de la creadora italiana Luisa Beccaria y tiara de familia. He de reconocer que el vestido me encantó por ser un ejemplo de femineidad, clasicismo y apropiadísimo para una boda en pleno mes de julio.
Tras la ceremonia religiosa, los novios y sus 700 invitados se trasladaron al impresionante castillo familiar que lució una decoración de ensueño para ocasión tan especial, parte de la cual fue obra del padre de la novia, el artista audiovisual Louis von Adelsheim. Fue el momento en que la novia cambió su vestido nupcial por un elegante vestido de la diseñadora Sandra Mansour, joven promesa de la moda libanesa.
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