El pasado 1 de diciembre ha sido una fecha importante para la familia real sueca, pues en tal día, el miembro más joven de la familia, el pequeño príncipe Gabriel recibió las aguas bautismales en la capilla del Palacio de Drottningholm.
En esta ocasión, todas las miradas fueron acaparadas por la madre del bebé, la princesa Sofía, que escogió un atavío muy especial para ocasión tan significativa, un traje folklórico de la región de Dalarna, situada en el centro-oeste del país, zona en la que Sofía se crio y lugar del cual, el pequeño bautizado ha sido nombrado duque por parte de su abuelo, el rey Carlos Gustavo. Según apunta la prensa sueca, el traje tradicional fue un regalo de los padres de Sofía, aprovechando la joven madre para lucirlo en ocasión tan especial. Personalmente, creo que la decisión ha sido de lo más acertada. Sofía lucía realmente encantadora tanto por su atavío como por esa felicidad que se refleja en su rostro en todo momento.
Los príncipes Carlos Felipe y Sofía, posando con sus hijos Alexander y Gabriel para las fotos oficiales del bautizo.
Junto a los Reyes de Suecia y los padres de Sofía.
Posado junto a los padrinos y madrinas del pequeño Gabriel.
Foto en la que aparecen las hermanas de Sofía y de Carlos Felipe.
Como es habitual en este blog, la fecha del 19 de noviembre es una cita ineludible. En ella se celebra cada año la fiesta nacional del Principado de Mónaco, brindándonos la ocasión de disfrutar bellas imágenes solemnes y también familiares de la familia principesca.
No siempre la fiesta nacional se ha celebrado en la misma fecha, sino que ha ido variando a lo largo de los años, en función de cada príncipe reinante. En el reinado del príncipe Carlos III (1857-1890), la celebración tenía lugar el día 4 de noviembre, día de San Carlos Borromeo. Alberto I, soberano monegasco entre los años 1899 y 1922, la trasladó al 15 de noviembre. Fue Raniero III, padre del actual príncipe soberano, quien la movió al 19 de noviembre, siendo mantenida por el actual soberano en memoria de su padre.
Tras la celebración de la Santa Misa en la Catedral, la familia se traslada al patio de honor del palacio para presidir un desfile militar, y tras la revista de las tropas, se asoman al balcón de palacio para saludar a sus súbditos, quienes esperan impacientes ese momento, pues les da la ocasión de ver a los más pequeños de la familia, siendo el principal protagonismo para los pequeños Jacques y Gabriella, que siempre hacen las delicias de todos los presentes.
A destacar el impecable y apropiado estilo de la princesa Charlene que escogió un sencillo y favorecedor abrigo de terciopelo azul que le sentaba de maravilla. De entre todas las damas presentes, servidora se decanta así mismo por el estilo juvenil y con un aire años 20 de Charlotte Casiraghi, hija de la princesa Carolina, que lució un peinado en bucles y un sombrerito que le favorecía muchísimo.
Momentos antes de salir al balcón, el fotógrafo de palacio pudo captar estas instantáneas de la princesa Charlene junto a sus hijos y otros familiares.
La princesa Charlene y la pequeña Gabriella junto a Monseñor Barsi.
La princesa Estefanía junto a sus hijos Luis y Paulina.
Charlotte Casiraghi y su hijo Raphael.
Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo.
Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo.
En la víspera de fecha tan señalada, la princesa Charlene, junto a sus hijos, tuvo el bonito detalle de invitar al Arzobispo de Mónaco, Monseñor Barsi, a un té en palacio, momentos que fueron inmortalizados para el recuerdo y que fueron entrañables para la princesa y para el propio Arzobispo, pues, lógicamente, es una delicia disfrutar de los pequeños príncipes, que hicieron gala de su respeto y cariño hacia Monseñor.
El príncipe Jacques recibe a Monseñor Barsi besando su anillo, mientras la princesa Gabriella contempla la escena.
Una mirada llena de cariño hacia el pequeño Jacques.
La princesita Gabriella lució un precioso vestido para la ocasión.
No cabe duda que ambos pequeños sienten un especial cariño hacia Monseñor Barsi.
FOTOS: Palais Princier, Paris Match, Hola, Royal Dish, Purepeople.