Un año más, Mónaco ha festejado a Devota, su Santa Patrona, y como es habitual, la familia principesca ha presidido las celebraciones que se dividen en dos momentos: la noche del día 26 con la tradicional quema de la barca y el día 27 con la celebración de la Santa Misa Solemne en la Catedral monegasca y la procesión de las reliquias de la santa.
En esta ocasión, todas las miradas se centraron en los pequeños príncipes Jacques y Gabriella, que a sus tres años de edad, acompañaron por primera vez a sus padres en esta celebración monegasca tan tradicional.
Ambos siguieron con mucha atención toda la celebración, sin perder detalle de todo lo que contemplaban. Pero si algo quedó bien patente fue el amor fraternal entre ambos pequeños que, ante todos los presentes, se abrazaron demostrando un intenso sentimiento y un cariño mutuo como buenos hermanos.
FOTOS: Paris Match, Hola, Palais Princier, Daily Mail.
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