La princesa Beatriz de York y su prometido Edoardo Mapelli Mozzi han contraído matrimonio en una ceremonia íntima celebrada el pasado viernes 17 de julio en la Capilla Real de Todos los Santos, situada en el Gran Parque del castillo de Windsor. A la ceremonia asistieron la Reina Isabel, el Duque de Edimburgo, así como los padres y hermanos de los contrayentes. Si bien la boda estaba prevista para el 29 de mayo, las medidas de seguridad impuestas a raíz de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus han hecho que, finalmente, Beatriz de York y Edoardo hayan preferido unirse en matrimonio sin la presencia de todos los invitados previstos en un principio.
Capilla Real de Todos los Santos.
Los rostros de los contrayentes expresaban su intensa felicidad en el día más importante de sus vidas. La novia lucía encantadora con un precioso vestido que pertenece a la reina Isabel, confeccionado por Norman Hartnell y que fue retocado con el añadido de una mangas de organza que le proporcionaban el toque perfecto para una ceremonia nupcial. Esta adaptación ha sido realizada por Angela Kelly y Stewart Parvin.
En estas imágenes de archivo, la reina Isabel luce el vestido escogido por su nieta para el día de su boda. Está realizado en seda de tafetán color marfil y corpiño con brillantes engarzados.
El servicio religioso fue oficiado por el reverendo Paul Wright, subdecano de la Capilla Real, y por el reverendo Martin Paul, capellán de la Reina. Durante la ceremonia, las madres de ambos contrayentes leyeron sendos poemas escogidos por los novios: Soneto 116 de William Shakespeare y "I carry you in my heart" de E.E. Cummings. Los novios se prometieron amor eterno intercambiado alianzas de distinto modelo. El anillo de la princesa es un diseño de Shaun Lein, mientras que el anillo del novio consiste en una pieza antigua transformada en banda de oro por Josh Collins.
La princesa Beatriz escogió para un día tan especial la tiara fringe del joyero real. Fue lucida por la reina Isabel en el día de su boda y también por su hija, la princesa Ana. Originariamente, la pieza consistía en un collar que perteneció a la reina Victoria y que ésta regalo a la reina Mary cuando contrajo matrimonio. Fue ésta quien encargó a Garrard & Co. su transformación en tiara.
El ramo de la novia consistía en un sencillo bouquet de estilo campestre confeccionado con jazmín, rosas y una ramitas de mirto como manda la tradición real. Tras la ceremonia de la boda, el ramo fue depositado sobre la tumba del soldado desconocido en la Abadía de Westminster. El ramo fue realizado por Patrice Van Helden, copropietario de RVH Floral Design.
Los contrayentes posaron junto a la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo a la salida del templo.
Los novios han querido compartir tres fotografías más del día más feliz de sus vidas. Están realizadas en Royal Hodge, la casa en la que se crió la princesa, situada muy cerca de la Capilla Real de Todos los Santos. Con estas imágenes han manifestado su agradecimiento por la multitud de felicitaciones recibidas con motivo de su enlace matrimonial.
"I carry your heart with me (I carry it in my heart)
I am never without it (anywere I go you go, my dear,
and whatever is done by only me is your doing, my darling)
I fear no fate (for you are my fate, my sweet)
I want no world (for beautiful you are my world, my true)
and it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you.
Here is the deepest secret nobody knows (here is the root of the root
and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life;
wich grows higner than the soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that's keeping the stars apart.
I carry you in my heart (I carry it in my heart)".
(E.E. Cummings)
"Let me not to the marriage of true minds
Admit impediments, love is not love
Wich alters when it alteraiton finds,
Or bends with the remover to remove.
O no, it is an ever-fixed mark
That looks on tempest and is never shaken;
It is the star to every wand'ring bark,
Whose worth's unknown, although his height be taken,
Love's not Time's fool, though rosy lips and cheeks
Within his bending sickle's compass come,
Love alters not with his brief hours and weeks,
But bears it out even to the edge of doom:
If this be error and upon me proved,
I never writ, nor no man ever loved".
(William Shakespeare)
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