LA REBELIÓN DE LAS PERLAS

La realidad nacional anda muy revuelta en todos los sentidos, es inevitable que los ecos de la situación lleguen a las estancias de mi palacio...Entre lectura y lectura y tiempo ante el ordenador, leí una noticia sin trascendencia que decía lo siguiente:

"Mi profesor me suspendió tres veces por llevar perlitas"

El titular de la noticia me sorprendió. Resulta que la señorita en cuestión fue alumna en el pasado de un sujeto que ha inundado la actualidad nacional, amargándonos la existencia con su omnipresencia en todos los medios de comunicación.

Sé de sobra que la vulgaridad nos inunda, que el entorno en que el vivo es hostil, pero nunca supuse que lucir unas perlitas estuviese tan mal visto y pudiese acarrear consecuencias negativas. Reconozco que me encantan las perlas, suelo lucirlas habitualmente, pero a partir de hoy, prometo lucirlas todos los días. Me niego a formar parte del entorno vulgar que nos ha tocado en suerte y por supuesto, jamás permitiré que ningún sujeto me diga lo que puedo o no lucir, o que haga burla de mi aspecto por lucir unas perlas. Sus prejuicios son de tal tamaño, que le lleva a relacionar las perlas con una determinada posición social y económica. Se nota que está muy poco puesto en cuestiones de estilo, ya que las perlas forman parte de la apariencia de muchas señoras y señoritas, e incluso se pueden lucir de mil maneras y a cualquier hora del día, y por supuesto, las hay de muchos tipos y calidades, haciendo que estén al alcance de todos los bolsillos.

Es por ello que he decidido encabezar la Rebelión de las Perlas, y estoy segura de que mis amigas me secundarán y se unirán a mi iniciativa.

¿Os animáis? Lucid perlas en vuestro día a día y os veréis mucho mejor. Ellas serán nuestras mejores aliadas para acompañarnos y destacar en el paisaje urbano. Las perlas serán nuestra divisa a partir del día de hoy.

 



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