Ayer lunes, Su Santidad el Papa Francisco recibió en audiencia a los Grandes Duques de Luxemburgo junto a su hijos y nietos.
Foto: Paris Match / Royal Blog
La visita se enmarca en la celebración del Jubileo de la Misericordia, acontecimiento que los Grandes Duques, tan asiduos en las ceremonias vaticanas, no querían perderse. Y cumplieron acudiendo como debe acudirse al Vaticano, en familia. La Gran Duquesa hizo uso del privilegio del blanco, y obedeciendo al más relajado protocolo vaticano, no lució velo, cosa que sí hicieron las demás damas de la familia, vestidas todas ellas de negro como manda el protocolo, y luciendo bonitas mantillas.
Fotos: Paris Match/Royal Blog
Foto: hola.com
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La princesita Amalia de Luxemburgo.
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Destacar la especial elegancia de la princesa Claire, que acudió junto a su esposo el príncipe Félix y su pequeña hija la princesita Amalia, que hizo las delicias de los presentes, especialmente del Santo Padre. Amalia estaba preciosa luciendo un bonito vestido blanco adornado con puntillas que la convertían en una niña absolutamente adorable. Orgullosos se mostraron sus abuelos sosteniéndola en brazos y llevándola de su manita en su posterior visita a la Basílica de San Pedro para cumplir con el requisito del paso de la Puerta Santa, abierta con ocasión del jubileo.
Los Grandes Duques junto a su nieta Amalia caminando por la nave central de la Basílica de San Pedro, acompañados del príncipe Mariano Hugo Windisch-Graetz, gentilhombre del Papa.
Fotos: Paris Match / Royal Blog
La visita de los Grandes Duques y su familia ha sido la primera que han realizado desde el inicio de pontificado del Papa Francisco y no será la última, dada la vinculación especial que sienten hacia el Santo Padre como familia de profundas convicciones cristianas.
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