Siguiendo la tradición católica del Principado de Mónaco, Sus Altezas los príncipes Alberto y Charlene han presidido, desde el balcón del palacio, la procesión de Viernes Santo, a cargo de la Cofradía de Penitentes de la Misericordia, tradición que se remonta al siglo XIII y a los peregrinos que regresaban de las Cruzadas.
Los príncipes de Mónaco junto al Padre Penzo, capellán de palacio.
Fotos: Palais Princier
Fotos: purepeople.com
Son muy de elogiar los monarcas que saben respetar las tradiciones y estar presentes junto a su pueblo en fechas tan señaladas, y mucho más en estos tiempos que corren. Ojalá otros fueran capaces de imitar su comportamiento.
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