El pasado sábado, 28 de mayo, se celebró la boda del magnate Alejandro Santo Domingo y Lady Charlotte Wellesley, hija del Duque de Wellington y de la princesa Antonia de Prusia.
Alejandro Santo Domingo y su esposa Lady Charlotte Wellesley
Vista aérea de la iglesia de la Encarnación.
La celebración levantó mucha expectación en la granadina localidad de Íllora, en cuya iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación se celebró la ceremonia religiosa, y ante la cual se congregaron los habitantes de la localidad para presenciar la llegada de los numerosos y célebres invitados. Los balcones se adornaron con banderas españolas, británicas y colombianas, en honor a los novios.
La novia escogió esta localidad granadina para celebrar su boda, debido a la cercanía de la finca propiedad de su padre, que constituye su segundo hogar. Cierto es que podría haber escogido casarse en su tierra inglesa, o haberlo hecho en la capilla de la finca familiar, sin embargo ha preferido casarse en la iglesia parroquial, haciendo así partícipes a sus vecinos de un día tan especial para ella. Todos allí saben bien la admiración que la novia siente por la talla barroca del Cristo de los Milagros que se encuentra en el interior de la iglesia de la Encarnación, y cuya restauración junto a la de la torre de la iglesia ha sido costeada por su padre, el duque de Wellington, lo cual constituye todo un detalle hacia el templo y la localidad de Íllora. La ceremonia fue celebrada por el obispo de Londres, el arzobispo de Granada, asistidos ambos por el párroco local.
La novia escogió esta localidad granadina para celebrar su boda, debido a la cercanía de la finca propiedad de su padre, que constituye su segundo hogar. Cierto es que podría haber escogido casarse en su tierra inglesa, o haberlo hecho en la capilla de la finca familiar, sin embargo ha preferido casarse en la iglesia parroquial, haciendo así partícipes a sus vecinos de un día tan especial para ella. Todos allí saben bien la admiración que la novia siente por la talla barroca del Cristo de los Milagros que se encuentra en el interior de la iglesia de la Encarnación, y cuya restauración junto a la de la torre de la iglesia ha sido costeada por su padre, el duque de Wellington, lo cual constituye todo un detalle hacia el templo y la localidad de Íllora. La ceremonia fue celebrada por el obispo de Londres, el arzobispo de Granada, asistidos ambos por el párroco local.
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| Muy originales las invitaciones de boda, realizadas por Stephanie Fishwick. El interior de los sobres representa la decoración cerámica del Salón de Embajadores de la Alhambra de Granada. |
Los balcones se adornaron con banderas españolas, colombianas y británicas.
La mayoría de las invitadas se decantaron por modelos de líneas fluidas, destacando entre ellas el aire español de Lauren Santo Domingo, que complementó su vestido con un mantón, el vestido de volantes lucido por Camilla Parker y las originales sandalias escogidas por la modelo Eva Herzigova para la ocasión.
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| Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo |
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| Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo |
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Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo 
Detalles de Tatiana Santo Domingo
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Lauren Santo Domingo escogió un mantón para lucir junto a su vestido, dando así un toque muy español a su look.
Julio Mario Santo Domingo y su esposa Nieves
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| Camilla Parker |
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| Camilla Parker |
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| Rey Juan Carlos |
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| Rey Juan Carlos |
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La modelo Eva Herzigova y su esposo Gregorio Marsiaj
Eva Herzigova junto a otras invitadas.
Detalle de las originales sandalias lucidas por Eva Herzigova.
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Vivian Dueñas, luciendo un vestido de lunares de estilo muy andaluz.
El hermano de la novia, Arthur Wellesley junto a su esposa Jemma Kidd
  
Los pajes y damas, sobrinos de los contrayentes, lucieron trajes de la firma Friki y típicas alpargatas.
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La novia lució un maquillaje muy natural, moño bajo y un precioso vestido de la creadora Emilia Wickstead que le sentaba maravillosamente. El vestido palabra de honor, con cuello efecto capelina, estaba confeccionado en piqué brocado de seda. El velo era de seda natural, con bodoque bordado a mano en degradé. Los pendientes de oro que lucía la novia eran de su madre, representando una mano agarrando una perla. Los zapatos en satén verde, combinaban a la perfección con su ramo.
Lady Charlotte llega acompañada de su padre, el Duque de Wellington
El ramo de la novia se adornaba con ramas de olivo de la finca familiar y fue confeccionado por Rocío Dávila Ponce de León.
Los zapatos, de color verde, hacían juego con el olivo de su ramo.
Tras la ceremonia, los contrayentes junto a sus familias e invitados se trasladaron a la finca "El Molino del Rey" (conocida también como "La Torre de los Ingleses") para disfrutar del banquete que estuvo lleno de notas españolas. El menú se compuso de entrantes variados como gazpacho, croquetas, boquerones, seguido de cordero criado en la finca y postres variados.
Detalle del salón del banquete.
Las mesas se cubrieron con manteles de lino y se adornaron con cuencos rellenos de plantas aromáticas.
La decoración estuvo a cargo de la paisajista Rocío Dávila Ponce de León.
Los ramos que colgaban del techo hacían juego con la vajilla de la firma española Lecube.
La diseñadora de joyas Sabine Ghanem junto a su esposo Joe Getty durante la celebración posterior a la ceremonia.
Una imagen de Lady Charlotte dispuesta a iniciar el festejo de la boda.
En la foto puede apreciarse la impecable línea de su vestido nupcial.
Sin duda, el nivel de los contrayentes y de los invitados han convertido esta celebración en la boda del año, al menos para los habitantes de Íllora, que jamás olvidarán que allí tuvo lugar la boda de una de las hijas de los Duques de Wellington.
FOTOS:
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Vanity Fair
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